lunes, 17 de mayo de 2010

La Razón

http://www.larazon.es/noticia/8888-en-burundi-los-politicos-y-los-pobres-rezan-juntos



16 Mayo 10 - Pablo H. Breijo
Joaquín dejó un buen empleo en Madrid para ayudar en África
MADRID- En Madrid gozaba de una vida cómoda y divertida. Tenía muchos amigos, miles de planes y un buen empleo. Trabajaba organizando eventos y fiestas privadas. Tras un viaje a África, en enero de 2008, Joaquín Zuazo decidió dejarlo todo e irse de voluntario a Burundi con los Padres de Schoenstatt para dar su vida a los demás. En su blog, unvoluntarioenburundi.blogspot.com, relata su día a día como voluntario.

–¿Por qué se hizo misionero?

–Tenía una vida alejada de Dios. En enero de 2005 fui a unas misiones con la juventud de Schoenstatt. Fui a la aventura, sin conocer a nadie, sin conocer a Dios, y en una exposición del Santísimo tuve una conversión muy fuerte. A raíz de ahí, el voluntariado que ya hacía empezó a tomar otro carisma, otro sentido. Esto fue lo que me llevó a ir a África por primera vez, a conocer e intentar ayudar en lo que se pudiera.

–¿Qué diferencia hay entre un misionero y un voluntario de una ONG?

–A priori no hay gran diferencia, pero visto con detalle yo creo que lo característico de los misioneros es la motivación religiosa con la que cuentan. Con esto no quiero decir que muchos voluntarios no la tengan también, pero los misioneros confian en Dios, se abandonan en él. Los dos esperan dar sin recibir nada a cambio, pero el carisma del misionero es más profundo.

–¿Seguiría hoy en África si no tuviera fe?

–No lo sé. Trabajar en África no es fácil, sobre todo cuando te enfrentas a un proyecto y te encuentras con muchas, muchas dificultades. Sin fe, en algún momento dado yo habría abandonado, sobre todo los primeros seis meses, que fueron muy duros. La gente me decía, vuélvete no pasa nada.

–¿Se da el caso de que la cultura local aprecie la venganza y en cambio la gente perdone por su fe?

–No sé si la cultura local aprecia la venganza o no, porque hasta ahora yo no he tenido una experiencia de venganza. Desde su independencia, Burundi no ha tenido más de diez años de paz y sí que ves experiencias de profundo perdón. Es muy espectacular celebrar la eucaristía en Monte Sión, donde yo vivo. A la misa de nueve del domingo asisten 4.000 personas, desde vicepresidentes, algún que otro ministro, ex ministros, ex presidentes, hasta la gente más pobre, todos ahí rezando juntos  y pidiendo perdón.

–¿Conoce alguna historia de conversión que le haya impactado en su experiencia en África?

–Sí. Me acuerdo de una chica burundesa que nos contó que había presenciado cómo mataron a sus hermanos y a sus padres y de verdad ella te dice que ha perdonado y que reza por esas personas que han matado a su familia.

–¿Qué le ha hecho llorar?

–La desesperación de querer hacer muchas cosas y encontrarte con mil barreras que no puedes superar… Me acuerdo de cuando un joven llamado Kagabo se puso enfermo y no podíamos hacer nada por él, mientras que en España se hubiera solucionado enseguida.

–¿Qué cosas ve que le den esperanza?

–Las ganas de salir adelante y de luchar en la juventud. En mi grupo de amigos está mezclada gente de las dos etnias. El ver que en la juventud hay chicos cuya novia es de una etnia y ellos son de otra.

–¿Qué siente cuando visita España?

–Hay cosas que te chocan, estamos un poco perdidos. Pero hay que saber valorar que son dos mundos diferentes, con problemas diferentes que no se pueden extrapolar. Ni el modelo europeo es el mejor ni lo es tampoco el modelo africano. En África, la gente es más feliz pero tiene muchas carencias. Igual que Europa tiene que enseñar mucho a África, África tiene que enseñar mucho a Europa.

–¿Por qué diría que en África son más felices?
–Porque lo ves en la gente, está alegre. Vas por la calle y ves más sonrisas. No es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita. En África la gente necesita mucho menos para ser feliz. Encuentran la felicidad en la familia, en Dios, en pequeñas alegrías de la vida diaria.

martes, 11 de mayo de 2010

Noticia de europapress.es

Salir de fiesta este viernes a una discoteca madrileña ayudará a construir un colegio para 650 niños en Burundi

MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -

   La Fundación Maria Ayuda organiza una fiesta este viernes 14 de mayo en la discoteca madrileña Cats (C/Julian Romea 4), a partir de las 22.00 horas, con la que pretenden obtener fondos para sus proyectos en Burundi, entre los que destaca la construcción de un colegio para 650 niños.

   El voluntario de la Fundación en el país africano, Joaquín Zuazo Carrión, ha animado a los jóvenes a acudir a la fiesta, en la que espera recaudar unos 6.000 euros y, aunque recuerda que para todo el proyecto hacen falta 250.000 euros, ha señalado que se conforma "con que la gente conozca otras realidades y que se dé cuenta de que su forma de vida no es la única que existe".

   En este sentido, Zuazo, en declaraciones a Europa Press, ha apostado también por atraer a la gente joven para que los proyectos salgan adelante y ha recordado que, para ello, recurre a este tipo de iniciativas, así como al aprovechamiento de las nuevas tecnologías con un blog que actualiza constantemente desde el terreno: http://www.unvoluntarioenburundi.blogspot.com.

   En cuanto a la creación del colegio, ha explicado que el objetivo principal es que los niños reciban "una enseñanza de calidad que les permita salir del circulo de la pobreza y que les ayude a aprender a pensar y a tomar decisiones por ellos mismos".

   Por último, ha resaltado los logros conseguidos desde el año 2007, en el que emprendió este proyecto junto con unos sacerdotes de Burundi: "Actualmente ayudamos con un programa de becas a pagar los estudios y la salud a 154 niños; hemos construido varios pozos y un centro de acogida para niños de la calle; pusimos en funcionamiento una carpintería y un taller de costura; y hemos comprado el terreno para el colegio que queremos construir".

http://www.europapress.es/nacional/noticia-salir-fiesta-viernes-discoteca-madrilena-ayudara-construir-colegio-650-ninos-burundi-20100511142018.html